Los jardines y huertos terapéuticos en los servicios sociales y su impacto en las personas
Los jardines y huertos terapéuticos en los servicios sociales y su impacto en las personas
Los jardines y huertos terapéuticos han demostrado tener grandes beneficios para el desarrollo y mantenimiento de las habilidades cognitivas. Por eso, su impacto en las personas atendidas por los servicios sociales es creciente.
Algunos jardines y huertos se llaman terapéuticos, pero ¿qué les diferencia de los jardines y huertos normales?
El término de jardín terapéutico se emplea, sobre todo, por aquellas zonas verdes instauradas en las instalaciones de centros de cuidados y atención de cualquier tipo, como hogares de día, residencias, hospitales y escuelas para infantes con necesidades especiales. Está demostrado que cualquier espacio verde tiene la capacidad de promover la mejora de la salud y el bienestar general, y tener árboles u otras plantas a la vista ayuda al proceso de recuperación de las personas con problemas de socialización, adicciones o salud mental, con problemas de cariz cognitivo o ingresadas en hospitales.
Los jardines terapéuticos, en particular, pueden estar diseñados expresamente para tener efectos relajantes y al mismo tiempo estimulantes para las personas con discapacidad, con demencias, con problemas de salud mental u otros. Por eso, son cada vez más los centros y equipamientos del sector sociosanitario que invierten en la instalación de este tipo de espacios verdes, una valiosa herramienta para los servicios sociales y para sus usuarios.
Beneficios de los jardines y huertos terapéuticos
El ser humano ha evolucionado en la naturaleza, lo que hace que el cerebro esté condicionado para responder favorablemente a los espacios naturales. Se ha demostrado que, después de un evento estresante, las imágenes de la naturaleza pueden producir un efecto calmante rápidamente. Durante los tres o cuatro primeros minutos de visionar escenarios naturales, mejora la presión sanguínea, la respiración, la actividad cerebral y el estado de ánimo, haciendo decrecer las hormonas que se liberan con el estrés.
Además, los jardines y huertos terapéuticos tienen estos beneficios:
- Mejora de la salud física. Las actividades realizadas en un jardín o huerto pueden ser muy beneficiosas para la salud física, puesto que involucran actividades como plantar, cultivar y cuidar plantas o simplemente pasear y moverse. Esto puede ayudar a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación, especialmente en niños y personas de edad avanzada.
- 2. Mejora de la salud mental. Los jardines y huertos terapéuticos pueden ser también una herramienta efectiva para la mejora de la salud mental o en procesos de rehabilitación de adicciones. El trabajo en el jardín o huerto puede ser relajante y meditativo, y puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés por su impacto a nivel neuronal y hormonal.
- 3. Fomento de la socialización. Socializar e interactuar con otras personas resulta esencial para el buen desarrollo cognitivo y para la preservación de la salud mental y emocional. Los jardines y huertos terapéuticos pueden ser una herramienta eficaz para fomentar la socialización entre los usuarios de servicios sociales, como personas con problemas de soledad y aislamiento social, o personas que viven en una residencia. Además, el trabajo en equipo al cultivar un huerto puede ayudar a formar y reforzar vínculos y prevenir situaciones de exclusión social.
- 4. Desarrollo de las habilidades. Los jardines y huertos terapéuticos también pueden ser una herramienta efectiva para la formación y desarrollo de habilidades útiles, como la resolución de problemas, la planificación y la organización, facultades muy positivas a cualquier edad.
- 5. Entretenimiento. Dado que respondemos favorablemente a los estímulos de la naturaleza, estos paisajes absorben fácilmente la atención y proporcionan distracción y bienestar. No sólo son gratificantes para los usuarios de los servicios sociales, sino también para los trabajadores y trabajadoras.
- 6. Mejora de la autoestima. Las plantas responden a la atención y cuidados independientemente de quien los proporcione, y para las personas mayores sin familia, por ejemplo, pueden representar algo de lo que cuidar y en qué centrar la atención, lo que repercute en sentirse útil y mejorar la autoestima.
¿Cómo hacer un jardín o huerto terapéutico?
Para que los jardines terapéuticos tengan el efecto deseado, deben tenerse en cuenta sus objetivos y una serie de rasgos:
- Uno de los objetivos de los huertos y jardines terapéuticos es la interacción, de modo que planificar con las personas usuarias el tipo de vegetación que se cultivará, dándoles opciones estudiadas, puede ayudar a que sientan que es su espacio y se vinculen más a él.
- Es aconsejable fomentar la interacción positiva con el jardín o huerto. Algunas formas de hacerlo, además de colaborar en la elección de plantas, pueden ser: hablar de experiencias con otras plantas, plantar semillas, mostrar interés y preguntar por su crecimiento, ayudar a regarlas, participar en el mantenimiento del jardín (retirando hojas y flores muertas, podando, etc.), y utilizar las cosechas para realizar manualidades, recetas o remedios naturales como infusiones, aceites o bálsamos. Si es necesario, debe recordarse a las personas que es importante lavarse las manos después de manipular las plantas, aunque no sean tóxicas, para evitar reacciones cutáneas o contaminación de alimentos.
- Lo principal es que, naturalmente, cuenten con vegetación, flores e incluso elementos de agua, tales como estanques, fuentes o arroyos.
- Los jardines terapéuticos y huertos también deben estar situados en las afueras de las ciudades y lejos de zonas con ruidos, como unidades de ventilación o maquinaria. Además, las zonas de fumadores deben estar ubicadas lejos de estos jardines.
- Este tipo de jardines deben evitar la presencia de esculturas, especialmente abstractas, ya que algunos pacientes pueden interpretarlas de forma negativa. Existe el ejemplo de un paciente que confundía la escultura de una esfera gigante en un jardín como un “ojo malvado” o dolor de ojo. Otro malentendió una estatua de pájaros bastante abstracta como un grupo de buitres que arrancan la piel.
- Es importante almacenar los fertilizantes y otros objetos químicos fuera del alcance de las personas usuarias.
- Evitar espinas y otros elementos afilados, como los cactus y las rosas espinosas.
- Las plantas u otros componentes del espacio no pueden ser tóxicos. Es necesario escoger cuidadosamente las plantas que se cultivan, informándose bien de sus riesgos para las personas y para los animales, si los hubiere. La hiedra inglesa, la Dieffenbaquia, los potos y los lirios son plantas comunes que pueden producir intoxicaciones por vía cutánea-mucosa.
- Algunos ejemplos de buenas plantas a escoger son la lavanda, las hierbas aromáticas, el jazmín, la melisa o citronela, la caléndula y la violeta africana. Para los huertos, se pueden plantar fresas, tomates, zanahorias… Las verduras de ensalada como la lechuga, la col rizada y la cebolla japonesa crecen especialmente rápido y resultan agradecidas de cultivar.
Ejemplos de jardines y huertos terapéuticos
Por todos estos beneficios, existen entidades dedicadas al diseño e instalación de jardines terapéuticos pensados para ayudar a determinadas personas y colectivos.
Un ejemplo son los Jardines Terapéuticos Mati4Care de Italia, diseñados según las necesidades de las personas con demencia. Estos jardines poseen un modelo complementario a los tratamientos médicos y no invasivo, además de contar con un equipo interdisciplinario de asistencia y espacios naturales para estimular los sentidos. Este modelo nacido en Toscana ya se ha extendido por toda Italia y ha demostrado tener beneficios también para personas con síndrome de Down, autismo o trastornos depresivos.
Otro ejemplo es el huerto urbano comunitario “Horta amb Gràcia” del Grupo ATRA en la ciudad de Barcelona. Este huerto, ubicado en el barrio de Horta, es un entorno de aprendizaje hortícola que fomenta la biodiversidad basada en criterios ecológicos y medioambientales, y está dirigido a personas con problemas de salud mental en edad laboral, con la intención de fomentar su inserción social y laboral. Además, pretende crear sostenibilidad ambiental, solidaridad vecinal y fortalecimiento del tejido asociativo. “Horta amb Gràcia” se enmarca en el programa Mans al Verd del Ayuntamiento de Barcelona, que recoge e impulsa las iniciativas para implicar a la ciudadanía, las entidades y las empresas de Barcelona en la promoción y la conservación de la biodiversidad y los espacios verdes de la ciudad.
De forma similar, también en la ciudad de Barcelona, el Hospital del Mar cuenta con el proyecto L’Hort de Llurba, impulsado por la asociación EMÍLIA bcn; un equipamiento pensado para que las personas hospitalizadas por salud mental puedan gozar de los beneficios de la horticultura en actividades dirigidas.
La Unidad de Salud Mental Infantojuvenil del Hospital de Mataró cuenta con un proyecto que ofrece a la juventud ingresada una actividad dirigida, que consiste en cultivar y cuidar un huerto. La horticultura utilizada en los programas de terapia y rehabilitación dirigidos por terapeutas sirven para trabajar aspectos cognitivos y habilidades sociales, reforzando la autonomía y el aprendizaje de habilidades básicas de los pacientes. Así, este programa ayuda a mejorar la capacidad de concentración y atención, la creatividad, la memoria, la resolución de problemas psicoemocionales y el estado de ánimo. Además, ayuda a la gestión de conductas agresivas, ya que promueve la paciencia y el control a la frustración.
En Zagreb, la Comisión Europea puso en marcha el proyecto proGIreg, una iniciativa que tiene la intención de proporcionar un espacio verde y tranquilo de jardinería para la ciudadanía, especialmente personas con discapacidades, y facilitarles la interacción social, descanso y relajación. Además de la zona de horticultura, el espacio incluye un jardín terapéutico multisensorial para la estimulación de los sentidos.
Además, en el Colegio de Educación de Madrid CISEN y en el Hospital de Día CET-Norte se puso en marcha una iniciativa piloto que consiste en la instalación de jardines terapéuticos y sensoriales para personas con discapacidades o problemas de salud mental, especialmente niños y adolescentes. Los jardines fueron diseñados por un equipo multidisciplinar de ingenieras agrícolas, arquitectas, psicólogas, terapeutas, logopedas y maestras.
Los jardines y huertos terapéuticos, tendencia a los servicios sociales
Son muchos los estudios que demuestran el impacto positivo de la naturaleza en la salud física y emocional de las personas. No es de extrañar que las organizaciones del sector de los servicios sociales estén llevando a cabo programas que, cada vez más a menudo, incluyen contacto con espacios naturales.
Además, existen otras tendencias y tecnologías innovadoras que tienen una creciente repercusión en el tercer sector. Puedes consultarlas en el informe “Innovación tecnológica y servicios sociales”.
Referencias
[1] What Are Healing Gardens? Taking Charge. Disponible en: https://www.takingcharge.csh.umn.edu/explore-healing-practices/healing-environment/what-are-healing-gardens
[2] Therapeutic garden and urban regeneration in Zagreb, Croatia. European Environment Agency. Disponible en: https://www.eea.europa.eu/publications/who-benefits-from-nature-in/therapeutic-garden-and-urban-regeneration
[3] ¿Cómo preparar un Jardín terapéutico para personas con Demencia? Reab. Disponible en: https://www.reab.es/como-preparar-un-jardin-terapeutico-para-personas-con-demencia/
[4] Portar-te a l’hort – Salut Mental. Amics de l’Hospital del Mar. Disponible en: https://www.amicsdelhospitaldelmar.org/projectes/22/portar-te-a-lhort-salut-mental
[5] ProGIreg. Disponible en: https://progireg.eu/
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