De la Atención Centrada en la Persona al «Self-directed Support»

Dar soporte y acompañar en la toma de decisiones a las personas que se dirigen a los servicios sociales

«Todos los seres humanos nacemos libres, con los mismos derechos y con la misma dignidad» (Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948)

En los últimos años en Servicios Sociales se ha consolidado el enfoque de intervenciones profesionales centradas en la persona, la conocida ACP. Hoy sabemos que no se trata tanto de poner la persona en el centro y que los profesionales tomen decisiones teniendo presentes sus intereses y voluntades, como de ofrecerle los apoyos que necesita para poder tomar sus propias decisiones.

El modelo europeo del Apoyo Auto-dirigido (Self-directed Support o SDS en inglés) busca garantizar y preservar este enfoque: apoyar y acompañar en la toma de decisiones a las personas que se acercan a los servicios sociales y a las entidades sociales, a fin de que tengan en todo momento la posibilidad de hacer efectivos la elección y el control sobre cómo se organiza su acción o plan de apoyo para alcanzar los resultados acordados con los/las profesionales, a partir de sus voluntades y sus derechos.

El Self-Directed Support no es el nombre de un tipo particular de servicio de apoyo, sino un enfoque que busca asegurar que la atención y el apoyo se adaptan mejor a las personas que los necesitan. Para hacerlo, procura dar a la persona más opciones y conocimientos para decidir: decidir, por ejemplo, quién le da el apoyo; cuándo quiere tener este apoyo; qué tipo de apoyo quiere; etc. De esta manera, el Self-Directed Support implica un gran cambio en la forma en que se brinda atención a las personas. Afecta a la visión, la misión y el funcionamiento integral de los servicios sociales y de los servicios a las personas, y se distingue del modelo actual, en el que encontramos una fragmentación por niveles, por tipo de atención y por sistemas de protección social.

El modelo se inspira en la Ley de Atención Social de Escocia de 2013, que garantiza que las autoridades locales ofrecen apoyo autodirigido a cualquier persona que requiera servicios de apoyo –incluidos también los cuidadores no remunerados–. Este nuevo modelo implica una intervención social de proximidad fuerte y una capacidad de decisión real, facilitada tanto por parte de las personas como de los equipos profesionales. Y requiere, también, un acompañamiento continuado a los profesionales del sector, en sus respectivos ámbitos, para ayudarlos a aprender la nueva metodología y desaprender algunas formas tradicionales de atención a la ciudadanía.

Destinatarios

Profesionales de la intervención social en instituciones públicas y entidades del tercer sector.