La Fundación iSocial hemos cumplido 4 años. Ya no somos una start-up, descubre porqué.

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La Fundación iSocial hemos cumplido 4 años. Ya no somos una start-up, descubre porqué.

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Afrontamos ahora una nueva etapa marcada por el inicio de nuevos proyectos, el crecimiento en todos los indicadores, el aumento de la proyección y la visibilidad, y la consolidación económica.

El 12 de julio de 2022 la Fundación iSocial hemos cumplido cuatro años. Cuatro años desde que la fundación nació en una notaría de la avenida Diagonal de la ciudad de Barcelona, ​​por iniciativa de seis entidades sociales. Dicen que las start-ups son 4YFN, four years from now: a los cuatro años se sabe si tienen futuro y pasan a una etapa siguiente de crecimiento y consolidación, o desaparecen para siempre.

La Fundación iSocial podemos afirmar ya que formamos del 15% de las start-ups que sobreviven. Una vez superado el “valle de la muerte” de los primeros años, que en nuestro caso todavía ha sido más complicado por la irrupción de la crisis de la Covid19, afrontamos ahora una nueva etapa marcada por el inicio de nuevos proyectos, el crecimiento en todos los indicadores, el aumento de la proyección y la visibilidad, y la consolidación económica.

Numerosos indicadores lo avalan. En este tiempo hemos doblado el número de entidades miembros, que ha pasado de seis a trece: Fundación Ampans; Grupo ABD; Fundación Support-Girona; Fundación Joia; Grupo ATRA; Fundación Família i Benestar Social; Fundación Resilis-Grupo Plataforma Educativa; Fundación Catalana Síndrome de Down; Grupo Sant Pere Claver; Fundación Idea; Fundación Maresme; Federación Catalana de Alzheimer; i Grupo Cooperativo Agintzari.

La procedencia territorial de las entidades miembros, inicialmente todas de Cataluña, ha empezado a ampliarse con la incorporación de entidades de Euskadi. Y al mismo tiempo hemos ganado presencia internacional, con nuestro ingreso en el European Social Network; dos de nuestros proyectos, Flapp! e Insess-Covid19, nominados en los Premios europeos de servicios sociales; cada vez más proyectos conjuntos con socios de otros países; y una creciente visibilidad en congresos y grupos de trabajo internacionales.

En este período el número de nuestros seguidores en las redes sociales ha crecido de forma constante, con 1.418 suscriptores en nuestro boletín y 1.593 seguidores en las redes sociales en el momento actual. La participación en las actividades también no ha parado de crecer: durante este 1r semestre de 2022 hemos tenido 196 participantes en los Innobreaks, y 393 profesionales de servicios sociales han participado en alguno de nuestros programas de formación.

En cuanto a los proyectos, hemos llegado a este 4º aniversario con 10 proyectos activos: tres de investigación, uno de intercambio de conocimiento, cuatro de impulso de la innovación y dos de acompañamiento a la innovación, en partenariado con siete universidades, seis administraciones, cuatro empresas y dieciséis entidades sociales. Entre estos proyectos activos destacamos Flapp!, una aplicación para jóvenes ex-tutelados; Nidus, una plataforma digital al servicio de las personas sin hogar; Welcome, un asistente de voz para personas inmigradas y refugiadas; o All by myself, un agregador de soluciones TIC para la vida independiente de las personas con discapacidad intelectual.

Por último, una evolución económica positiva ha acompañado esta primera etapa de la fundación como start-up. Por un lado el volumen de ingresos ha crecido de forma sostenida, con 95.764 € en 2020, 186.292 € en 2021 y una previsión de 411.978 € para este año 2022. Y por otro lado, la situación patrimonial de la fundación se ha ido fortaleciendo año tras año, habiendo pasado de un patrimonio neto negativo 77.714 € en 2019, a un patrimonio neto positivo que se prevé de 80.277 € a finales de 2022.

Superados estos primeros cuatro años, afrontamos ahora una nueva etapa con nuevas actividades y proyectos en preparación, y con nuevos retos que nos apasionan: poner en marcha un Living Lab en servicios sociales; publicar nuestro 1r informe sobre tendencias en innovación en el sector de los servicios sociales; ampliar nuestra oferta formativa; o mudarnos a una nueva oficina en la ciudad de Barcelona.

Todo ello con el objetivo último de hacer realidad la misión que llevó a un conjunto de entidades sociales a crear iSocial hace cuatro años: contribuir a transformar, mejorar y modernizar el sector de los servicios sociales por medio del impulso de la innovación en el sector.

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Actualitat

Profesionales de Ampans, Fund.Maresme, Fund.Joia, Grupo ATRA y Support-Girona participan en un intercambio en Irlanda

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En el marco del proyecto europeo StepForME, liderado por iSocial, cuyo objetivo es el intercambio de buenas prácticas en el uso de nuevas tecnologías en salud mental juvenil.
52 profesionales del Grupo Àuria y de 5 ABSS de Girona en el curso “Del ACP al Apoyo Auto-dirigido”

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Un total de 25 profesionales de Servicios Sociales de la Vegueria de Girona están siguiendo desde el 23 de septiembre una nueva edición del curso de formación “De la Atención Centrada en la Persona al Self-directed Support” de la Fundación iSocial.
El Grupo Alba se convierte en la decimocuarta entidad miembro de iSocial

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El Grupo Alba ha aprobado este mes de septiembre su adhesión a la Fundación iSocial como entidad socia-colaboradora.
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El grupo cooperativo vasco Agintzari, nueva entidad miembro de iSocial – Agintzari euskal erakundeak iSozialean sartzea onartu du

El grupo cooperativo vasco Agintzari, nueva entidad miembro de iSocial – Agintzari euskal erakundeak iSozialean sartzea onartu du

Se convierte en la decimotercera entidad miembro de iSocial. Agintzari es un grupo cooperativo con más de 40 años de trayectoria y con fuerte implantación en Euskadi. iSocial erakundeko hamahirugarren erakunde kidea da. Agintzari kooperatibak 40 urte baino gehiagoko ibilbidea du, eta ezarpen handia du Euskadin.
Los miembros de iSocial debaten sobre sistemas de medición del impacto social

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En un nuevo Café de Innovación, en el que participaron 11 entidades miembros catalanas y vascas.

El grupo cooperativo vasco Agintzari, nueva entidad miembro de iSocial – Agintzari euskal erakundeak iSozialean sartzea onartu du

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Se convierte en la decimotercera entidad miembro de iSocial. Agintzari es un grupo cooperativo con más de 40 años de trayectoria y con fuerte implantación en Euskadi.

iSocial erakundeko hamahirugarren erakunde kidea da. Agintzari kooperatibak 40 urte baino gehiagoko ibilbidea du, eta ezarpen handia du Euskadin.

El consejo directivo del grupo cooperativo vasco Agintzari ha aprobado hoy su adhesión a la Fundación iSocial como entidad socia-colaboradora. Con esta nueva incorporación, ya son trece las entidades sociales miembros de iSocial, y supone la primera vinculación de una entidad de fuera de Cataluña.

Agintzari es una cooperativa de iniciativa social, con más de 40 años de trayectoria, y está integrada en el grupo BOGAN junto a las cooperativas Zabalduz e Hirube. Este grupo cuenta con más de 700 profesionales de la educación social y la psicología. En su condición de empresa social implicada en el desarrollo de la comunidad, opera en el ámbito de la intervención social, y los sistemas relacionados, como el ámbito educativo y el sociosanitario, trabajando en la puesta en marcha de propuestas innovadoras y en la gestión de servicios de calidad orientados a la superación de las necesidades sociales de personas y colectivos en situación de dificultad.

Las relaciones de Agintzari con iSocial se iniciaron en 2021, con varias visitas y reuniones en Bilbao y Hernani (en la fotografía), y desde entonces la colaboración para impulsar proyectos conjuntos ha sido creciente, en ámbitos como el sinhogarismo, los jóvenes extutelados o la atención a la soledad de las personas mayores.

Agintzari euskal kooperatibaren zuzendaritza-kontseiluak gaur onartu du Fundacion iSocial erakundearekin bat egitea. Inkorporazio berri horrekin, dagoeneko hamahiru dira iSocial osatzen duten gizarte-erakundeak, eta Kataluniatik kanpoko erakunde baten lehen lotura da.

Agintzari gizarte-ekimeneko kooperatiba da, 40 urte baino gehiagoko ibilbidea du, eta BOGAN taldean sartuta dago (Zabalduz eta Hirube kooperatibekin batera). Talde horrek gizarte-hezkuntzako eta psikologiako 700 profesional baino gehiago ditu. Komunitatearen garapenean inplikatutako gizarte-enpresa den aldetik, esku-hartze sozialaren eta horrekin lotutako sistemen esparruan jarduten du, hala nola hezkuntzaren eta arlo soziosanitarioaren esparruan, eta proposamen berritzaileak abian jartzen eta kalitatezko zerbitzuak kudeatzen lan egiten du, zailtasun-egoeran dauden pertsonen eta kolektiboen gizarte-premiak gainditzera bideratuta.

Agintzari eta ISocial arteko harremanak 2021ean hasi ziren, Bilbon eta Hernanin hainbat bisita eta bilera eginez (argazkigintzan), eta, ordutik, proiektu bateratuak bultzatzeko lankidetza gero eta handiagoa izan da, besteak beste, etxegabetasunean, zaharkitutako gazteetan edo adinekoen bakardadearen arretan.

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Recursos innovadores para personas refugiadas e inmigradas

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Recursos innovadores para personas refugiadas e inmigradas

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Las personas que migran a otro país deben afrontar muchos retos en los procesos de integración. En Europa, a raíz de la crisis ucraniana se han puesto en marcha cambios rápidos en las políticas de acogida, así como nuevas iniciativas para ofrecer apoyo a los recién llegados.

La crisis ucraniana ha forzado el desplazamiento de millones de personas en cuestión de semanas. Esta situación ha hecho resurgir en Europa las problemáticas de las políticas de acogida que llevan tiempo arrastrándose y, al mismo tiempo, ha incentivado la activación de iniciativas y cambios para dar una respuesta más eficiente a las necesidades de las personas refugiadas.

A pesar de que muchas de las personas que se habían refugiado en otros países ya han vuelto a zonas de Ucrania que ahora se consideran más seguras, las medidas de integración siguen en evolución para garantizar que aquellas que siguen viviendo en otros países no se encuentren desamparadas y reciban la asistencia necesaria.

El sector de los servicios sociales está desempeñando un papel clave en la activación de las medidas de integración. La carencia de recursos en salud médica, salud mental y formación, por ejemplo, ha sido una de las grandes preocupaciones a la hora de ofrecer atención a las personas desplazadas.

Las medidas que se han incorporado en situación de emergencia, más allá de la crisis ucraniana, pueden verse como una oportunidad para abordar las carencias de los sistemas europeos de acogida actuales, y para aplicar mejoras que también puedan trasladarse a otros lugares del planeta. Más aún teniendo en cuenta que muchas personas refugiadas e inmigradas se encuentran con retos añadidos para integrarse, como la discriminación étnica y racial.

Varias iniciativas innovadoras surgidas recientemente pueden servir como modelo e inspiración a la hora de desarrollar nuevas herramientas de acogida, tanto al servicio de las personas migradas y refugiadas como de los trabajadores sociales que las atienden. Éstas son algunas de ellas:

Chatbot finlandés diseñado con la participación de personas inmigradas

A menudo, los portales de información dirigidos a inmigrantes y refugiados resultan confusos y agotadores. Los chatbots multilingües son una alternativa eficiente, ya que son fáciles de utilizar para cualquier persona y pueden ser de gran ayuda a la hora de buscar información clave.

Con esto en mente, la Universidad Aalto de Espoo, en Finlandia, ha desarrollado el primer chatbot que se ha diseñado conjuntamente con personas inmigradas y refugiadas, para entender sus necesidades y preocupaciones y ofrecerles un apoyo más humanizado por medio del avatar Eike. [1]

Asistente monetario polivalente para refugiados ucranianos en Polonia

El programa piloto ‘the Multi-Purpose Cash Assistance for Ukranian Refugees in Poland’ (MPCA), surgido durante la crisis ucraniana, ha ayudado a más de 730 familias y 1800 individuos durante las dos primeras semanas desde su llegada al país, proporcionándoles tarjetas con dinero en la moneda polaca, en colaboración con las autoridades locales. Este sistema ha permitido ayudar a las familias a pagar alquileres, comida, ropa, clases de polaco o lo que considerasen más urgente y adecuado para resolver su situación. [2]

Programa para la integración laboral de inmigrantes en Suecia

El programa Fast Track (Snabbspår) acoge cada vez a más personas migradas para ayudarlas en su proceso de integración laboral. Este programa sueco ofrece asistencia a la llegada de las personas al país, incluyendo formación en la lengua enfocada en el área profesional, evaluación de las habilidades y experiencia, guía vocacional y ayuda para encontrar el trabajo más adecuado.

Además, para que la integración laboral de las personas que acaban de llegar al país sea más rápida, el programa se centra en las industrias en las que existe escasez de trabajadores. [3]

Plataforma digital de UNICEF para proteger a los niños en crisis migratorias

La plataforma de software de código abierto Primero ayuda a los servicios sociales y a los trabajadores humanitarios y de desarrollo a gestionar los datos relacionados con la protección de la infancia en situaciones de crisis migratorias y humanitarias. Ofrece un conjunto de herramientas que facilitan la gestión de casos, el seguimiento de incidentes, el rastreo de niños migrantes y la reunificación familiar. [4]

Servicio internacional que ayuda a los refugiados a encontrar vivienda

Refugees Welcome International, plataforma online que ayuda a los refugiados a encontrar vivienda en un alojamiento privado, compartiendo así piso con otra persona dentro del país de destino. De esta forma, los refugiados pueden vivir en un alojamiento sólido, aprender el idioma más rápidamente y adaptarse a un nuevo entorno más fácilmente, a la vez que los ciudadanos del país de acogida pueden conocer una cultura diferente y ayudar a una persona en una situación difícil. Está disponible en muchos países: España, Alemania, Grecia, República Checa, Austria, Portugal, Suecia, Países Bajos, Polonia, Italia, Rumania, Francia, Irlanda. [5]

Aplicaciones móviles para asistir a personas inmigradas y refugiadas

En los últimos años se han desarrollado diversas aplicaciones destinadas a guiar y asistir a las personas que migran a otros países para afrontar en mejores condiciones los diferentes retos que se encuentran, como las barreras lingüísticas, la educación y la integración social y laboral.

  • MigApp: una aplicación del IOM (International Organization for Migration) que ofrece apoyo para migrantes, viajeros y expatriados a más de 180 países, con funciones como transferencias monetarias e información relevante y fiable para ayudar a tomar decisiones.
  • Love Europe: aplicación dedicada a la integración social de las personas inmigrantes, ayudándoles a encontrar lugares y eventos sociales para conocer gente.
  • MyWelcome: proyecto dirigido tanto a los inmigrantes como a los trabajadores sociales que gestionan los procesos de integración y acogida en España, Alemania y Grecia. Se trata de un asistente con inteligencia artificial que conversa con la persona y ofrece una atención personalizada en función del historial, el contexto y las necesidades. Los trabajadores sociales pueden acceder a este registro de datos para entender mejor las circunstancias de cada persona, y así agilizar la búsqueda de historial a la hora de tomar decisiones.
  • FinDaWay: aplicación que se puso en marcha a mediados de 2021 en la zona del Var en el sur de Francia y que proporciona a los inmigrantes, especialmente a los solicitantes de asilo, consejos prácticos y ayuda con cuestiones legales como, por ejemplo, su situación administrativa. También se incluyen lugares donde encontrar comida, servicios de lavandería, centros de día que están cerca y lugares donde pueden ir para cuidar su salud.
  • Mobilearn: esta aplicación creada en Suecia ofrece información clave sobre temas gubernamentales, interacción social, alojamiento, educación y formación en la lengua.
  • Ankommen: una app alemana que ofrece apoyo a las personas que llegan a Alemania durante las primeras semanas, cubriendo información legal y sobre alojamiento, trabajo y cultura.
  • Refugee Buddy: aplicación creada por Cruz Roja que funciona en Países Bajos, Noruega y Canadá, y proporciona información actualizada sobre los servicios disponibles para las personas refugiadas y demandantes de asilo para ayudarles a instalarse.
  • Merhaba Umut: aplicación turca para usuarios que hablan árabe, que les ayuda a orientarse en su nuevo entorno mediante GPS y contiene información sobre noticias, servicios públicos, burocracia y lengua.  
  • Ghrebtna: aplicación destinada a los refugiados sirios en Turquía, que les ofrece soporte en los procesos para conseguir asilo y trabajo y para superar las barreras de lenguaje.
  • TimePeace App: app desarrollada en Reino Unido que tiene el objetivo de conectar personas migradas y locales para compartir habilidades, tiempo e ideas. 

Referencias

[1] Creating a Chatbot for and with Migrants: Chatbot Personality Drives Co-Design Activities https://dl.acm.org/doi/10.1145/3357236.3395495

[2] The first two weeks of the cash program for basic needs for Ukrainian refugees in Poland. Reliefweb. https://reliefweb.int/report/poland/first-two-weeks-cash-program-basic-needs-ukrainian-refugees-poland

[3] Swedish Public Employment Service’s status report of the work with ‘fast tracks’. Comissió Europea. https://ec.europa.eu/migrant-integration/library-document/swedish-public-employment-services-status-report-work-fast-tracks_de

[4] Primero is putting children first.  https://www.primero.org/

[5] Refugees Welcome International: https://www.refugees-welcome.net/

Los servicios sociales frente a las nuevas vulnerabilidades causadas por la digitalización: el e-social work

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Los servicios sociales frente a las nuevas vulnerabilidades causadas por la digitalización: el e-social work

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En la era digital actual, el sector de los servicios sociales se encuentra con la necesidad de especializarse para dar respuesta a los nuevos problemas relacionados con el uso de las tecnologías. Es lo que se conoce como el e-social work. Un nuevo campo de intervención necesario para dar respuesta a unas nuevas vulnerabilidades que agravan muchas situaciones atendidas por los servicios sociales.

La normalización del uso de Internet y de las tecnologías de la comunicación ha generado muchísimos cambios en los procesos de interacción y socialización de las personas, tanto a nivel individual como colectivo, y ha alterado la forma en que consumimos e interpretamos la información. Entre estos cambios se pueden citar una serie de ventajas, como la comodidad y el ahorro de tiempo y gastos de transporte. Para los trabajadores sociales, con la formación adecuada, el uso de estas tecnologías puede facilitar una asistencia más ágil y de mayor alcance que la atención en formato exclusivamente presencial.

Ahora bien, la rápida fusión de las vidas de muchos individuos con el entorno digital también ha conllevado la aparición de un conjunto de nuevas vulnerabilidades que pueden afectar seriamente al bienestar de las personas, y que en muchos casos derivan de problemáticas ya existentes fuera del mundo cibernético pero que toman otra forma.

¿Más conectados, pero más vulnerables?

Estas nuevas herramientas de comunicación e información, que nos abren ventanas al conocimiento y la interacción de una forma casi ilimitada, tienen el potencial de influir radicalmente en la forma en que cada individuo percibe el mundo. Así, pueden reforzar algunos aspectos positivos de la experiencia humana: por ejemplo, acercarnos a personas y comunidades y ayudar a mantener un sentimiento de pertenencia.

Sin embargo, a la vez que esta capacidad de mantenernos conectados y accesibles puede ser positiva, también nos deja más expuestos y vulnerables a factores a menudo fuera de nuestro control. Es aquí donde radica la problemática asociada a la era digital y donde la innovación en tecnologías y servicios sociales debe desarrollar un nuevo foco de prevención e intervención social.

Además, las desigualdades sociales se ven claramente reflejadas en el uso de las tecnologías, a las que muchos grupos vulnerables no tienen fácil acceso o encuentran barreras. Por ejemplo, las personas con discapacidad suelen chocar con aplicaciones que no son universalmente accesibles. Para las personas mayores, la brecha digital puede acentuar la experiencia de aislamiento y falta de sentido de pertenencia. Para personas en situaciones de maltrato, especialmente las mujeres, las tecnologías pueden suponer un riesgo añadido y una herramienta de control sin la adecuada protección. Para otras personas, especialmente adolescentes y jóvenes, el uso mal gestionado de estas tecnologías puede derivar en adicciones a las redes y plataformas digitales, problemas de salud (sedentarismo, problemas visuales y auditivos, etc.), estrés tecnológico, deterioro de las relaciones en persona y, en casos graves, ciberacoso.

Las principales problemáticas de la nueva realidad digital

Esta revolución en la forma en que nos comunicamos afecta de forma transversal a todos los aspectos vitales, y es inseparable de los servicios sociales u otros tipos de intervenciones. Así, surge la necesidad de fomentar intervenciones especializadas en los problemas y riesgos asociados al mundo digital. Idealmente, estas intervenciones deben formar parte de las ramas de asistencia ya existentes con el fin de ofrecer una atención integral a las personas afectadas. Por ejemplo:

  • Acoso en la escuela que deriva en ciberacoso
  • Violencia de género y tecnologías que se utilizan como herramientas de control
  • Situaciones de tensión en el hogar y riesgo de adicción a las pantallas o sedentarismo
  • Desconocimiento de la ciberseguridad y riesgo de ser víctima de estafas digitales o phishing

Otras veces se pueden dar casos de mal uso de las tecnologías que no responden a situaciones previas, y que pueden causar en las víctimas un profundo malestar e incluso secuelas psicológicas: por ejemplo, el stalking o acoso digital por parte de una persona anónima malintencionada con la que la víctima no tiene ninguna conexión personal.

Esto comporta que el sector de la acción social tenga que adaptarse y desarrollar nuevos protocolos de actuación para dar respuesta a estas vulnerabilidades emergentes, además de tomar conciencia de la problemática y encontrar soluciones a las diversas brechas causadas por el auge de la vida digital. Esto es especialmente importante en muchos perfiles ya vulnerables atendidos por los servicios sociales, para los que estas nuevas vulnerabilidades digitales pueden acarrear un agravamiento de su situación de exclusión, dependencia, aislamiento o violencia.

Estas nuevas actuaciones forman parte de un nuevo ámbito de especialización de los servicios sociales que se conoce como e-social work, y pueden traducirse, por ejemplo, en las siguientes acciones:

  • Mejorar la accesibilidad digital de todos los ciudadanos: enseñar a aprovechar las ventajas de las herramientas digitales y cómo evitar los riesgos que comporta (ciberacoso, estafas, sexting, fatiga social, y grooming en el caso de los niños y adolescentes, entre otros).
  • Prevención de conductas adictivas: informar a los jóvenes y a sus cuidadores sobre los riesgos del uso insano de las tecnologías, y enseñarles un uso positivo y moderado.
  • Creación de protocolos y recursos para casos de violencia digital: por ejemplo, ciberbullying, a menudo vinculado al bullying escolar; ciberacoso o stalking asociados a casos de violencia de género; y situaciones en las que una persona sufre amenazas y otras formas de intimidación por parte de una persona anónima por vías digitales. Existen plataformas como StopHaters, que ofrecen asesoramiento y asistencia a personas que han sufrido algún tipo de violencia digital.
  • Educación sobre el grooming y herramientas de detección: educar a padres, hijos y educadores sobre este tipo de acoso digital en menores, con el fin de prevenirlo y detectarlo.
  • Educación sobre seguridad digital: informar a la ciudadanía sobre las pautas básicas para protegerse de ciberataques (como el phishing o las estafas digitales) y mantener el control sobre los datos personales para no exponer información sensible. Los adolescentes, en particular, son proclives a compartir ciertos aspectos de su día a día, como los sitios que visitan, que pueden dar información sobre sus hábitos y vulnerabilidades a personas malintencionadas.
  • Creación de espacios de apoyo y seguimiento: ya sea individualizado o colectivo, dentro de las plataformas o redes sociales, que tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de los usuarios.
  • Desarrollar herramientas según el principio de “seguridad por diseño”: tal y como propone la iniciativa Safety by Design, es prioritario que las herramientas y plataformas se desarrollen situando la seguridad en el centro del proceso, y que permitan al usuario conocer los términos de uso con claridad y tener más control sobre su propia seguridad.

El trabajo social en el nuevo paradigma

Cada vez son más las iniciativas que dentro de los servicios sociales intentan dar respuesta a estas nuevas problemáticas.

En el ámbito de las personas mayores, podemos mencionar a SEAP, un servicio del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, en Cataluña, que fomenta el buen trato hacia las personas mayores y respuestas eficaces a sus situaciones de fragilidad, entre ellas todas las que tienen que ver con la brecha digital.

En el ámbito de la salud mental, en España la plataforma digital SOM Salut Mental 360, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, ofrece información y numerosos recursos relacionados con las nuevas vulnerabilidades digitales, como el ciberacoso y otros. O en EE.UU. y en Italia donde se ha extendido entre la gente joven el servicio WOEBOT, un agente de conversación (chatbot) que ayuda a afrontar situaciones de malestar, como aquellas derivados de las vulnerabilidades digitales y el uso de las redes sociales.

En el ámbito de la discapacidad, existen un sinfín de iniciativas que ayudan a reducir la brecha digital de las personas. Podemos mencionar, por ejemplo, Easy reading, una herramienta de Alemania que permite hacer las páginas web accesibles a las personas con discapacidades cognitivas; o Voiceitt, un asistente de voz desarrollado en Israel para personas con deficiencias del habla.

Estas iniciativas, entre otras muchas, son ejemplos de cómo la tecnología, con los protocolos adecuados, se puede utilizar para reforzar la seguridad de las personas dentro y fuera de la realidad digital. Sin embargo, todavía hay un largo camino por recorrer hasta que contemos con soluciones claras y estandarizadas que minimicen las vulnerabilidades inherentes al auge digital.

A largo plazo, el trabajo social (o e-social work, en particular) tiene por delante una serie de retos relacionados con esta nueva realidad. A pesar de tener una cierta visión general, todavía no se cuenta con datos detallados y predictivos sobre cuáles son -y serán- las situaciones en que se requiera intervención, y qué necesidades y demandas tendrán las personas al utilizar las herramientas digitales actuales y futuras.

Además, también es necesario dedicar esfuerzos a identificar qué necesidades tiene el sector de la acción social para responder a estas situaciones, y a desarrollar sistemas en concordancia, para analizar el panorama y establecer mecanismos holísticos destinados a proteger a la ciudadanía, tanto en el entorno digital como fuera del mismo, a través de la asistencia especializada.

Referencias

[1] Trabajo social on-line. El futuro de la intervención social. Digitum. Disponible en: https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/51373/1/Trabajo%20social%20on-line.%20El%20futuro%20de%20la%20intervenci%c3%b3n%20social.pdf

[2] Los Servicios Sociales en la Era Digital. Escola de l’IGOP. Disponible en: http://escoladeligop.com/wp-content/uploads/2021/09/TFM_PSAC_Ismael_Ot_Padilla.pdf

[3] Six ways tech can help end gender-based violence. UNICEF. Disponible en: https://blogs.unicef.org/east-asia-pacific/six-ways-tech-can-help-end-gender-based-violence/

[4] StopHaters. Asociación contra el ciberacoso. Disponible en: https://www.stophaters.es/ 

[5] Safety by Design. E-Safety. Disponible en: https://www.esafety.gov.au/industry/safety-by-design

Riesgos y beneficios de la intervención social en remoto

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Riesgos y beneficios de la intervención social en remoto

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La transformación digital ha afectado radicalmente la forma de comunicarnos. El sector de los servicios sociales no es la excepción. ¿Qué ventajas tiene la intervención social en remoto y qué resistencias presenta?

La pandemia de la COVID-19 ha forzado cambios rápidos en casi todos los ámbitos laborales, educativos y personales. Esta necesidad de readaptación ha puesto de relieve las limitaciones de los sistemas actuales, ante una situación en la que muchas personas vulnerables o con necesidades especiales se han encontrado con barreras y dificultades para acceder a los servicios habituales.

Por un lado, el distanciamiento social ha impulsado el desarrollo de nuevas herramientas y programas en remoto que buscan la innovación para seguir proporcionando servicios de la forma más eficiente posible a los colectivos vulnerables, venciendo las barreras digitales, físicas y logísticas. También han cobrado relevancia algunas herramientas de comunicación que ya existían, pero no se habían normalizado en el entorno profesional.

Por otra parte, a raíz de esta situación, se ha puesto sobre la mesa el debate que contempla los riesgos y beneficios de la intervención social en remoto. Este debate, que ya existía desde hace años, despierta opiniones polarizadas que giran en torno a preguntas de tipo ético, práctico y estratégico: por ejemplo, ¿hasta qué punto se puede optimizar la protección de datos y la confidencialidad de las personas en el uso de tecnologías de intervención social? ¿Qué resistencias y dificultades pueden tener las personas a la hora de utilizar estas herramientas?

Las barreras y resistencias de la intervención social en remoto

La rápida adaptación de las tecnologías a los diferentes ámbitos ha marcado, sin duda, un antes y un después, produciendo cambios en los hábitos de la población y en la manera de consumir servicios y productos. En muchos casos, la asistencia telemática ha sido fácilmente acogida por las comodidades que supone en términos de tiempo y desplazamientos. Sin embargo, en el ámbito de los servicios sociales, dada la naturaleza de estas intervenciones, se han observado algunas desventajas en la comunicación telemática que causan preocupación. Estas son las principales:

  • Las limitaciones de la interacción y los matices que se pueden perder por videollamada. El lenguaje no verbal, como el contacto visual, la postura corporal y los gestos, como los asentimientos, ayudan a comunicar respeto y atención y son importantes a la hora de establecer una relación de confianza con la persona que recibe ayuda. En las videollamadas, el ángulo de la cámara dificulta el contacto visual. Además, en muchos casos, las habilidades interpersonales de los trabajadores sociales se han desarrollado cara a cara y puede resultarles difícil adaptarlas al contexto digital.
  • La elevada dificultad para detectar factores de riesgo. Por ejemplo, de manera telemática puede ser difícil realizar una evaluación de la tensión en un hogar con situaciones de abuso o de violencia doméstica, ya que la privacidad de la persona y su libertad para comunicarse pueden verse afectadas.
  • Las habilidades digitales de todas las personas implicadas en la intervención. El uso de tecnologías es una barrera para algunos individuos, especialmente para los grupos de edad más avanzada que no están familiarizados con herramientas digitales como las videollamadas, y que se encuentran en riesgo de quedarse atrás debido a la brecha digital.
  • El desconocimiento y consentimiento en el uso de datos de las personas. En muchos casos, especialmente con usuarios que no están familiarizados con herramientas digitales, existe una carencia de conocimiento sobre el uso de datos de las aplicaciones y algunas personas pueden estar dando consentimientos sin saberlo.
  • Límites personales y profesionales. En ocasiones, los trabajadores sociales pueden utilizar herramientas como chats y videollamadas para ponerse en contacto con las personas que necesitan asistencia. Aunque la telecomunicación tiene muchas ventajas, a algunos trabajadores y trabajadoras sociales les preocupa que esto pueda invadir los límites entre la vida profesional y la vida personal, tanto en horarios laborales como en confidencialidad.

¿Qué soluciones existen para estas barreras y resistencias?

Cabe destacar que, a pesar del listado de barreras, el desarrollo de las relaciones entre profesionales y personas asistidas es complejo y depende también de una serie de factores: la personalidad de ambas partes, los comportamientos, las experiencias previas, los valores y las influencias comunicativas de la relación, entre otras. La eficacia y las barreras de las intervenciones en remoto pueden variar y, en algunas situaciones, presentar muchas más ventajas que inconvenientes.

Éstos son algunos ejemplos de las ventajas:

  • Ahorro de tiempo y gastos de desplazamiento. Algunas personas atendidas se encuentran en situaciones económicas difíciles y los gastos de desplazamiento pueden suponerles un esfuerzo añadido. Además, muchos menores, jóvenes, ancianos o personas con discapacidad dependen de sus cuidadores para los desplazamientos. En estos casos, las comunicaciones en remoto actúan como herramienta de inclusión.
  • Flexibilidad. En ocasiones, el tiempo de desplazamiento y los horarios pueden ser una barrera. La comunicación digital tiene la ventaja de la inmediatez y flexibilidad, tanto para los trabajadores sociales como para los beneficiarios de los servicios.
  • Comodidad. En algunos casos, es posible que una persona se sienta más cómoda pidiendo ayuda por canales digitales desde su zona de confort que acordando encuentros presenciales. Existen casos de personas que quizás no accederían a los servicios si no existiera la opción online. Además, éstos también favorecen a las personas con problemas de movilidad.

Gracias a estas ventajas, una parte importante del sector de la acción social contempla los mencionados riesgos como un reto que vale la pena afrontar para idear y desarrollar herramientas que posibiliten la coexistencia de la práctica en remoto y la práctica tradicional, de modo que siempre se garantice la eficacia y confidencialidad del servicio. Algunas experiencias de éxito en el ámbito de los servicios sociales están demostrando hoy que esto es posible, como el servicio de acompañamiento remoto DigiContact de los Países Bajos, el servicio de apoyo psicosocial Ipso de Alemania, el servicio de intervención grupal Circles de Estados Unidos, o la aplicación para jóvenes Flapp! desarrollada en Cataluña por la Fundación iSocial.

Intervención social en remoto: ¿qué se debe tener en cuenta?

Como hemos visto, la eficacia de las intervenciones sociales en remoto depende de un conjunto de factores a evaluar en cada caso, considerando los aspectos éticos y prácticos. Teniendo en cuenta la rápida transformación digital, es de esperar que la formación de los trabajadores sociales incluya, cada vez con mayor frecuencia, habilidades con herramientas digitales que se adapten a las nuevas necesidades de la ciudadanía. Así pues, la transformación del sector de la acción social gira en torno a cuatro ejes: accesibilidad, alfabetización, igualdad y empleabilidad.

Para garantizar la seguridad y calidad de las intervenciones sociales en el entorno digital, es necesario aplicar algunas directrices:

  • Facilitar la alfabetización digital de los grupos menos familiarizados con este tipo de tecnologías. Por ejemplo, en el barrio de la Sagrera de Barcelona se ha puesto en marcha un servicio de acompañamiento en el que los vecinos se ayudan mutuamente en las gestiones que requieren el uso de las TIC, de la mano de personas voluntarias.
  • Facilitar a los trabajadores sociales formación en herramientas TIC que respondan a las necesidades de diferentes casos y perfiles, estableciendo protocolos de confidencialidad y asegurando que ambas partes los conocen y respetan.
  • Asegurarse de que la persona beneficiaria del servicio o atenciónconoce los términos de uso de las tecnologías y que se cuenta con su consentimiento informado.
  • Facilitar el acceso a herramientas e instrumentos (como un ordenador o la instalación de una aplicación) a la persona que recibe el servicio, en caso de que no disponga de ellos.
  • Explicar los límites personales del trabajador social por adelantado, a fin de evitar que la otra persona se sienta rechazada: por ejemplo, explicar que no acepta solicitudes de amistad en las redes sociales por razón de profesionalidad.

Referencias

[1] Remote service delivery during the COVID-19 pandemic: Questioning the impact of technology on relationship-based social work practice. Oxford Academic. Disponible en: https://academic.oup.com/bjsw/advance-article/doi/10.1093/bjsw/bcab242/6460190

[2] Una experiencia. Uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la intervención social en servicios sociales. Servicios Sociales y Política Social. Disponible en: https://www.serviciossocialesypoliticasocial.com/una-experiencia-uso-de-las-tecnologias-de-la-informacion-y-la-comunicacion-tic-para-la-intervencion-social-en-servicios-sociales

[3] The Perils and Benefits of Remote Social Work. NYC Reopens. Disponible en: https://nycreopens.com/the-perils-and-benefits-of-remote-social-work/

[4] Conexión comunitaria contra la brecha digital. Ajuntament de Barcelona. Disponible en: https://ajuntament.barcelona.cat/imi/es/noticia/conexion-comunitaria-contra-la-brecha-digital_1049132 [22/04/2022]

Simon Duffy: “El Apoyo Auto-dirigido sólo propone tratar a todo el mundo como nos gustaría que nos tratasen a nosotros”

Argitalpenak Elkarrizketak

Simon Duffy: “El Apoyo Auto-dirigido sólo propone tratar a todo el mundo como nos gustaría que nos tratasen a nosotros”

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Hablamos con Simon Duffy, presidente de Citizen Network. Duffy nos explica los beneficios del Self-directed Support o Apoyo Auto-dirigido, qué barreras se encuentra esta metodología y cómo él entiende el papel del trabajo social en la mejora de la calidad de vida de toda la ciudadanía.

¿Que despertó tu interés en el trabajo social?

Me topé de frente con el trabajo social. No soy un trabajador social con formación: por formación, soy filósofo. Mi primer trabajo decente fue como administrador en el NHS (el sistema de salud del Reino Unido), y visitaba una institución en la que había personas con discapacidades intelectuales que vivían encarcelades. Me quedé atónito por las condiciones en las que vivían estas personas, pero también encantado de conocer a la gente maravillosa atrapada allí. Me sentí llamado a cambiar de carrera y comencé a trabajar para dar apoyo a la gente con discapacidades que vivía en la comunidad.

Hoy siento que soy un trabajador social, pero quizás un trabajador social no oficial y a tiempo parcial.

¿Por qué promueves la metodología del Apoyo Auto-dirigido?

Al comenzar a trabajar con gente en la comunidad, me di cuenta de que los nuevos servicios que sustituían a las instituciones no siempre facilitaban que las personas vivieran del todo como ciudadanas. Así que comencé a explorar diferentes maneras de ayudar a la gente a tomar su sitio en la comunidad, a tener sus propios hogares y a acceder a puestos de trabajo, a contribuir a la comunidad, encontrar el amor y hacer todas aquellas cosas que hacen que la vida merezca la pena.

Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a la gente a vivir una vida satisfactoria y con sentido, pero yo comencé a centrarme en la economía y el empoderamiento. Tengo la impresión de que las personas no tienen suficiente poder. Quizá se les den servicios, pero en realidad no pueden adaptar este apoyo a sus vidas y esperanzas de futuro. En cierto modo, incluso cuando las instalaciones institucionales se cierran, el sistema institucional persiste.

Así que durante más de 30 años he trabajado para crear un nuevo sistema de financiación, control y apoyo. Cuando reunimos estas condiciones podemos crear un buen sistema de Apoyo Auto-dirigido.

Pero el verdadero propósito de este trabajo es mejorar la condición de ciudadano para todos.

¿Es una metodología aplicable a cualquier situación de vulnerabilidad social?

Sí y no.

A veces, la gente tiene una visión demasiado simple del Apoyo Auto-dirigido: se piensan que el Apoyo Auto-dirigido es solo para personas que pueden tomar decisiones fácilmente sin la ayuda de nadie. Pero el Apoyo Auto-dirigido puede funcionar para todo el mundo, si respetamos los principios de la toma de decisiones asistida.

En algunos aspectos, el Apoyo Auto-dirigido funciona mejor para personas con discapacidades y necesidades complejas. Cuando hay conflicto, enfado y retos, a menudo quiere decir que no estamos ayudando a las personas de forma idónea. Debemos escuchar con más atención y adaptar nuestra respuesta para ayudar a que las personas tengan lo que necesitan. Esto significa examinar y enmendar todas las variables. Quizás la persona no tiene suficiente control, o quizás la persona que le ofrece asistencia no es la adecuada, o utiliza un enfoque erróneo. El Apoyo Auto-dirigido debe funcionar para todo el mundo. Pero eso no quiere decir que lo debamos utilizar para resolver todos los problemas. Algunos servicios funcionan mejor cuando se organizan como servicio público: por ejemplo, la asistencia sanitaria de emergencia y el transporte público. Estas cosas se administran mejor con diferentes políticas, porque requieren tener en cuenta las necesidades de toda la población. Lo mismo pasa con el sistema de trabajo social básico. El sistema de trabajo social es la infraestructura, un marco de trabajo en que el sistema de soporte autodirigido debería operar.

Si una persona está interesada en el Apoyo Auto-dirigido en el Reino Unido, ¿qué pasos puede seguir?

En teoría, en Inglaterra y Escocia (y en muchos otros países, como Australia), el Apoyo Auto-dirigido actúa como núcleo del sistema operativo de todas las personas adultas que necesitan apoyo social. La idea es que, después de evaluar tus necesidades, puedas recibir un presupuesto, y dispongas de diferentes opciones para administrar dicho presupuesto de modo que puedas formar tu propio sistema adaptado.

Esta es la teoría. La realidad es más confusa y limitada. Por ejemplo, en Inglaterra, los sistemas de atención residencial tienen permiso para excluirse de este sistema (personalmente, pienso que esto es un error) y, además, el sistema hace otras cosas para desalentar que la gente tome un rol activo en la administración de su propio presupuesto.

Se trata de un patrón internacional. El Apoyo Auto-dirigido está creciendo y lo utilizan cada vez más grupos. Sin embargo, los sistemas y servicios a menudo resisten este crecimiento e intentan reducir su responsabilidad para con la persona.

¿Qué deben hacer los trabajadores sociales para guiar a una persona en el Apoyo Auto-dirigido?

El buen trabajo social impulsa la autonomía de las personas, apoyándolas para que vivan una vida plena e igualitaria como miembros de la comunidad. Nuestro objetivo debe ser ayudar a que todo el mundo contribuya, de forma que las aportaciones únicas de cada persona se valoren. Si los sistemas de Apoyo Auto-dirigido perjudican nuestra habilidad para realizar un buen trabajo social, significa que hay alguna cosa en el sistema que no funciona correctamente.

Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a que la gente reciba el apoyo adecuado.

A veces, las personas se benefician mucho de entender cómo funciona su presupuesto personal, especialmente si esto les abre nuevas formas creativas de conseguir sus objetivos. Así que los trabajadores sociales se pueden beneficiar de cualquier sistema que facilite que el presupuesto sea transparente, de forma que puedan hablar con la persona y con su red para explorar la mejor manera de utilizarlo.

También es importante utilizar el desarrollo de un buen apoyo para ayudar a la persona a construir una comunidad de aliados a su alrededor, que apoye la toma de decisiones, la planificación, las gestiones y la creación de comunidad.

Lo que no debemos hacer es entender el Apoyo Auto-dirigido como ir de compras. El mero hecho de poder elegir el proveedor de servicios no hace que podamos crear una vida plena. Un buen proveedor de servicios será un compañero y aliado para la persona y se convertirá en un agente activo que le ayude a conseguir sus metas.

¿Qué herramientas hay disponibles actualmente para implementar este modelo?

Esto es una pregunta difícil. Hay muchas herramientas que emergen alrededor de sistemas específicos: herramientas para establecer presupuestos, herramientas de planificación centrada en la persona, acuerdos de toma de decisiones asistida, sistemas para encontrar proveedores de servicios y asistentes personales, para gestionar el presupuesto… No estoy seguro de qué recomendar, pero a veces pienso que nos distraemos un poco con las herramientas y nos olvidamos de utilizar el sentido común.

La mejor herramienta es el corazón humano. Todo se debe juzgar a través de él. 

Hay barreras que pueden impedir que los ciudadanos se beneficien del Apoyo Auto-dirigido?

La principal barrera es el deseo de todos los sistemas de protegerse del cambio. De nuevo, es importante ver que avanzar hacia el uso del Apoyo Auto-dirigido es solo una pequeña parte del movimiento que nos aleja de las instituciones y nos acerca a los derechos humanos y ciudadanos. Es natural que las personas, organizaciones y sistemas entiendan como un reto la idea de que la persona debería tener más poder, y que las prácticas del pasado deberían cambiar y evolucionar.

A pesar de que es posible sentirse enfadado y decepcionado por la lentitud del cambio del sistema, el reto real es encontrar formas de ayudar a que la gente vea todos los aspectos positivos de este cambio. El desarrollo del Apoyo Auto-dirigido real es un proceso orgánico y en evolución, y tenemos que desarrollar estrategias para invitar a más gente a este viaje: no solo la gente que necesita ayuda, sino también familias, proveedores de apoyo, gestores y participantes de la comunidad. El proceso de cambio se fortalece si ayudamos a crear una comunidad de aliados más rica alrededor de este cambio.

¿Puedes mencionar un caso de éxito?

Hay casos de éxito para las personas y para los sistemas. Estos son algunos ejemplos.

Utilizamos el Apoyo Auto-dirigido para ayudar a Patrick a dejar una institución grande y crear su propio hogar en la comunidad. Utilizamos la creatividad para ayudarlo a comprar una casa adecuada y para organizar un equipo de apoyo personalizado. Antes de que se mudase a su casa, Patrick era percibido como una persona muy peligrosa. Pero desde que se mudó a su casa en 1997, ha vivido una vida positiva y productiva dentro de su comunidad. Sin este apoyo personalizado, habría vivido atrapado en un entorno institucional caro y arriesgado. 

Wendy tiene discapacidades intelectuales, y quería un presupuesto personal para poder vivir a su manera. Fue muy creativa con el presupuesto: por ejemplo, en lugar de invertir en un fisioterapeuta, paga a un entrenador personal en el gimnasio. Su solución es más positiva y motivadora para ella. También es una coach activa, que enseña a otras personas con dificultades de aprendizaje los beneficios de tener más control sobre su propia vida.

Para los sistemas, el éxito llega a rachas. Los primeros desarrollos en el Apoyo Auto-dirigido comenzaron en California en 1965, y desde entonces en los Estados Unidos ha habido períodos de crecimiento y períodos de resistencia. Australia también es un ejemplo interesante, ya que los cambios radicales se introdujeron después de una campaña llamada Every Australian Counts (“cada australiano cuenta”). Esta campaña une a las personas, familias y proveedores de servicios en un movimiento conjunto que trata el derecho al Apoyo Auto-dirigido como derecho universal que todo el mundo puede esperar. Ahora, cuando el gobierno de Australia intenta diluir esta reforma, la campaña es muy efectiva ejerciendo presión. Este avance es muy alentador, porque comienza a normalizar el Apoyo Auto-dirigido en un marco social más amplio.

El Apoyo Auto-dirigido no debe percibirse como una metodología nueva y extraña. Solamente es cuestión de tratar a todo el mundo como nos gustaría que nos tratasen a nosotros – como ciudadanos iguales y con toda la plenitud de derechos, merecedores de respeto. Esta metodología debe dar a los trabajadores sociales más poder para realizar su trabajo de forma idónea y en harmonía con los verdaderos principios y valores del trabajo social.